29 de Noviembre de 2018 – Actualizaciones, perspectivas y otras cuantas locuras…

Después de un buen rato vuelvo a mis letras, legítimamente avaluadas por mis manos y mi mente divergente, para contar un poco de mi actualidad, mi querido lector.

Para serte honesto, he pasado por mucho en éstos últimos meses. Desde la creación de ésta nueva versión de mi blog, hasta las razones que propiciaron el cambio y todo el devenir que ha ocurrido en ése transcurso, mi vida, como dice la canción, ha sido una tómbola.

Para comenzar, he iniciado mis actividades en una nueva línea de trabajo, lo cual, debo mencionar, me ha traído una serie de altas y bajas que no pude prever:

  1. El desarrollo de sitios web me ha permitido desenvolverme en un campo que, hasta ahora, me era desconocido y me sigue siendo elusivo: El diseño gráfico… Y con él, el aprendizaje de estructuras de orden visual y estético que, aunque ya puedo usar de cierta manera, sigo sin entender casi en su totalidad.
  2. He sido expuesto a una nueva forma de presión que, hasta ahora, me ha resultado imposible de soportar: El parámetro de perfección. Y es que, tal vez por aquella eterna discusión entre mis voces y yo, no puedo llegar a comprender cómo un ser humano imperfecto, mortal en sí mismo, por más artista que sea, pueda pretender que un producto que solicite deba ser perfecto, si ni su creador, ni su mundo, ni el mundo, ni él mismoni el multiverso, podrían ser perfectos en su esencia más pura.
  3. Gracias a ésta nueva línea laboral, que la ingeniería me ha permitido alcanzar, he podido ampliar, al menos un poco, mis alcances como profesional, accediendo así a una nueva gama de clientes a la que le puedo brindar un conjunto de servicios que, antes, me era inaccesible o inutilizable.
  4. Nuevos aprendizajes, nuevas herramientas y nuevas perspectivas hacen que crezca como profesional.
  5. He logrado apaciguar mi eterna adicción… No, mi querido lector, no hablo del cigarrillo. Hablo de mi sed perenne de conocimiento.
  6. De alguna manera, he logrado comprender que, cuando me presumía cansado de un día entero de trabajo, no estaba ni cerca de lo que el cansancio realmente podría significar… Y mis horarios de sueño y, por consiguiente, mi salud a largo plazo, se han visto seriamente afectados.

En esencia, mi querido lector, me encuentro caminando en aguas desconocidas…

 

Entonces, como te imaginarás, no ha salido bien… No como he querido, al menos.

Al final del día, he tenido mis peleas y mis momentos de satisfacción ante la victoria. Pero éso no me ha eximido, y sé que no se ve bien en mí decirlo, de justificar muchos momentos de parsimonia. No me enorgullece, pero creo que un buen descanso nunca está de más. Pero éso, aunque me deja en una muy mala posición frente al mundo, no es lo único que ha ocurrido conmigo, mi querido lector.

Me encuentro retomando una relación que, en esencia, me parecía que había llegado a un final turbio. ¿A quién quiero engañar, mi querido lector? La extrañaba, me hacía falta de muchas maneras. He vivido demasiadas cosas en mi vida y, en mi corazón, he tenido que soportar demasiadas historias y demasiadas decepciones (No olvidemos lo que me inspiró a escribir Ojos de Serpiente), y la persona que ocupa un lugar en mi vida actualmente, sin importar la naturaleza de su hechizo, ha sabido encandilar mi percepción y ha logrado algo que no hubiera imaginado en mi vida.

Ha logrado hacer que me olvide de aquel fantasma.

Al final, es como Santiago Cruz diría: «No es dependencia loca, no es irracional, no es que me falta el mundo cuando tú no estás: Es darse el uno al otro, en forma natural». Y sí que hemos entregado todo de nosotros con tanta naturalidad… Somos amigos, compinches, consortes, amantes, consejeros uno del otro, vigías de nuestro andar.

Al final, mi querido lector, creo que he llegado a un punto de catarsis en mi vida, y éso ha hecho que sonría con cada nueva pedalada que doy. Y eso, entre otros muchos factores, se lo debo a ella. Porque, al final, cuando creí que sólo iba a dedicarme a expresar mi mundo a través de ceros y unos plasmados en una serie de máquinas, logré encontrar una sonrisa genuina y, aunque hemos tenido una historia… Accidentada, he disfrutado cada momento de ella, bueno y malo, he logrado aprender, hemos logrado crecer y, en todo caso, he encontrado una nueva excusa para escribir una nueva historia… Juntos.

 

Por el momento, es todo… Espero poder escribirte de nuevo, y contarte tantas otras cosas que me han sucedido… Pero ahora tengo muchos deseos de dormir, y creo que tú también, así que…

Buenas noches.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Puede que te guste ésto...