Cómo de curiosa es la vida…
Tantos golpes, tantos dolores, tantas grietas en el alma…
Lágrimas,
pasos,
sangre derramada,
huellas negras,
tantas cosas,
tantas historias…
Y, de pronto,
de la distancia y el tiempo,
tú…
De tantos odios, una luz,
en la lejanía de los bits proyectados,
de las lágrimas secas
y el sueño perdido,
entre el caucho quemado
y los errores cometidos, tú…
Y ahora comienza una nueva historia.
Aún en la distancia, aún en el tiempo,
¡prevalecemos!
Te esperaré,
Hasta que todo aquello
que deseamos
nos sea tocable,
entre nuestros dedos,
entre nuestra alma…