Un año para olvidar…

Este año fue una mierda.

Creo que puedo decir, sin temor a equivocarme, que este también es tu sentimiento, mi querido lector, igual que el de una gran cantidad de personas alrededor de la tierra. Este año, sin lugar a dudas, fue una definitiva mierda.

Cada vez es más difícil tratar de hacer las cosas bien. Tratar de tener disciplina, tratar de mantener el ánimo arriba, es más complicado con cada día que pasa. Justo cuando hemos logrado salir de la que tenemos encima, nos llega la siguiente golpeando más duro. Y eso, mi querido lector, apesta.

Este año, en verdad, fue una mierda.

 

 

Hemos perdido seres cercanos a nosotros, sin que podamos hacer nada para evitarlo. Hemos visto como el mundo entero ha cambiado de la noche a la mañana y sólo a nosotros, los que lo vivimos en carne propia, nos toca recibir golpe tras golpe como si de nosotros fuese la culpa de tanta mierda que nos ha tocado vivir en algunos momentos. Hemos visto cómo nos golpea la sociedad, la realidad, la naturaleza…

Y, en parte, es verdad. Nosotros, al menos de cierta manera, tenemos algo de culpa de todo lo que este 2020 que termina en unas horas nos vino a reprochar.

En fin, este año fue una definitiva mierda. Y nada, ni nadie, va a poder cambiar lo que cada uno de nosotros pasamos.

Muchos de nosotros quedamos rotos por dentro. Muchas cosas nos pasaron y, al menos en mi caso, mi querido lector, he hecho mi mejor esfuerzo por poder borrar de mi memoria algunas de ellas.

Y sin embargo, aunque la vida te ha dejado en el camino en el que estás, y sientes que no tienes nada más que perder, y que no hay nada más por qué seguir adelante, sigues teniendo algo que nada ni nadie puede quitarte. Que te hace humano más allá de deseos o caprichos, más allá de evoluciones e involuciones, más allá de pensamientos, palabras y acciones.

Si algo he aprendido de este año tan turbulento, al final de todas las cosas, es que la diferencia entre la evolución y la extinción sólo radica en la fuerza, y en la voluntad.

 

 Sólo en el precipicio, evolucionamos…

 

Sé, mi querido lector (Y también sé que no lo sé mejor que muchos, porque a muchos les ha pasado muchas más cosas que a mí en este año de mierda), que este es un momento demasiado difícil para tantos de nosotros. Aunque no hayas llorado, si ese es tu caso, sé que hay lágrimas, por lo menos en tu alma. A muchos nos ha tocado derramarnos en el suelo, y pareciera que a nadie le importa… Y es probable que así sea.

Y, sin embargo, este año y todo lo que ha estado aquí nos ha hecho entender nuestra valentía, nuestras ganas de no rendirnos. Nuestra voluntad. Nuestro amor unos a otros, y nuestro deseo de seguir sonriendo pese a todo. Y creo que es justamente por eso, que esta celebración debería unirnos mucho más a todas y a todos. Que debería darnos motivos en esta noche, al menos en esta, para tener júbilo y fortaleza.

A todas las personas que me han permitido el privilegio de acercarme, a todas aquellas personas con quienes he podido compartir incluso algo tan aparentemente nimio como una conversación, a quienes me aprecian, a quienes me odian, incluso cuando ya no me importa y ya no recuerdo por qué, a todos aquellos que hemos pasado por este golpe de realidad tan caótico, a todos aquellos que hemos perdido tanto en el camino y a todos aquellos que seguimos creyendo que todo va a estar bien aún a punto de caer al precipicio, y que, aún tambaleando y con sangre en nuestros pies, logramos llegar hasta aquí mirando al futuro con una tremenda sensación de incertidumbre y una sonrisa, quiero darles las gracias por llegar hasta aquí, y por no perder la fortaleza. Quiero felicitar a todos y todas, damas y caballeros, y darles un feliz año nuevo…

Y quiero invitarnos a todos a que, si este año que viene nos vuelve a dar tan duro, recordemos esa frase tan popular que dice, «Cuando la marcha se pone tenaz, los tenaces nos ponemos en marcha».

 

 

Buenas noches, y feliz año nuevo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Puede que te guste ésto...